El American Film Institute ha lanzado una lista con las cien mejores películas de la historia del cine divididas en diez categorías: el 10 Top 10, tal y como lo denomina esta institución. Entre los filmes elegidos como mejores comedias románticas se encuentran las excelentes Luces de la ciudad de Chaplin (1931), Annie Hall de Woody Allen (1977), Sucedió una noche de Capra (1934), Vacaciones en Roma deWyler (1957) o Historias de Filadelfia y La costilla de Adán, ambas de Cukor (1940 y 1949). Es una gloria bendita que el cine nos haya regalado tal cúmulo de sonrisas, tal cantidad de sentimientos agradables (y agridulces) y tal porción ingente de minutos en los que hemos conseguido vislumbrar una realidad poco frecuente en nuestras vidas pero perenne en las ansias de nuestro corazón. Un antiguo alumno y ahora amigo, tuvo unos desagradables episodios de transtornos obsesivo-compulsivos con poca fortuna en su tratamiento hasta que un psiquiatra le ofreció la píldora perfecta: comedias y musicales del mejor cine clásico. Una tarde relajada, una pantalla (si es posible de cine, mejor) y una de estas películas es el mejor cóctel de fármacos para superar nuestros laberintos, nuestros miedos. Algunos dirán que esto es evasión, pero no, amigos, no. Es inmersión. Inmersión en el mejor de los mundos posibles. El de la ficción. El de nuestra imaginación.
Pura maravilla para espiritus sensibles…yo creo que se han olvidado de una http://blogofago.com/2007/companeras-de-viaje/ ….yo creo, insisito
Evidentemente las películas nos han proporcionado momentos muy agradables. Lo que hay que hacer es convertir esa ficción y nuestros sueños en realidad. El 90% de la ficción se basa en la vida cotidiana y si los sucesos trágicos y violentos son frecuentes en nuestros días (lo que vemos en las películas no es nada comparado con lo que sucede en el mundo), también lo pueden ser los grandes amores de película. Lo que hay que hacer es arriesgar…Feliz domingo a todos!!!!!!!!!
Estoy de acuerdo con Manza y contigo. Esas peliculas antiguas son una gozada para la mente y el espíritu. Las habré visto tropecientas veces pero nunca me canso de verlas de nuevo. Besotes, M.
Sí. Es un a inmersión en el mundo de las sonrisas, de lo agradable, de lo placentero, de los sueños… es algo que necesitamos todos como una simple terapia sin que lo sepamos. El mundo de la ensoñación. Un saludo. Manzacosas