Desde hace ya algo más de un año, una nueva y apasionante pasión inunda mi vida. La magia tiene una dimensión única porque es una afición que se entrena en soledad para disfrutarla en compañía. El aprendiz de brujo se sumerge entre montañas de libros, notas y cartas para inventarse historias, para representarlas y para hacer vivir a los demás unos momentos en los que la ficción se erige en la dueña y señora de nuestra imaginación.
La magia es una de esas manifestaciones en las que nuestra visión de lo real queda definitivamente suspendida en favor de un engaño que no es tal: preferimos ver lo que no existe antes que la realidad que, habitualmente, tenemos presente de manera cotidiana. Ver a un mago en acción requiere suspender durante unos minutos nuestra mente racional adulta por la imaginación infantil, la de nuestros sueños, la de nuestras esperanzas. Siempre habrá gente que esté más pendiente de querer reintegrarse a su asqueroso mundo normal, aquel que se preocupa más por pillar en falta al mago que disfrutar con su función. Él se lo pierde.
De entre todas las manifestaciones de la magia, yo me quedo con la magia de cerca, esa que tiene los espectadores a dos suspiros de distancia, la que oye respirar y transpirar al ilusionista. La magia de una carta que deja de serlo para transformarse en otra, para desaparecer o para transmutarse en el mundo de lo que sólo habita en un huequecito de nuestro corazón. Una advertencia: nunca llaméis truco a lo que no lo es. El truco no es mágico. El truco no existe. La magia es tan real como desee nuestra imaginación.
El Círculo Ilusionista Burgalés acoge a un buen puñado de esos artesanos de las ilusiones. Y su presidente, Mariano Calvo, enseña año tras año en los cursos de ilusionismo de la Universidad de Burgos a un grupito de afortunados que aprenden a dedicar su tiempo, su esfuerzo y su estudio para entretener a los demás.
A los aficionados a la magia en Burgos, os anuncio que tenéis que estar atentos: tres espectáculos de magia en abril llenarán el paraninfo de nuestra Universidad de magos extraordinarios. Y como el recinto es pequeño y el precio será reducido, tendréis que estar vivos para que podáis disfrutar de estos sueños en directo.
Por cierto, la informática también hace un poquito de malabares técnológicos con las cartas. Como muestra, esta bonita animación (tenéis que ir moviendo la barra de desplazamiento). Asimismo, podéis ver la animación en Youtube en una elegante pantalla emergente, gracias a la amabilidad de Blogófago y a la colaboración técnica de Alviker.
Por supuesto, Blogófago: te avisaré cuando salgan las fechas exactas de las actuaciones. Y, en la próxima reunión bloguera o en un café que nos tomemos algún día de estos, llevo las cartas y nos divertimos con un par de juegos.
Perdon se me olvidaba, magnifica la ventana de luz ¡¡¡
Raul con Tamarit ¡¡¡¡¡¡¡ Que gozada ¡¡¡¡¡
Me encanta la magia…¿ a quien no verdad ? Reconozco haber dedicado algunas busquedas en la red a poder averiguar cual era el truco de alguna de mis ilusiones favoritas.
Oye por favor avisame, ya que me gustaria poder hacer una entrada en http://brgs.es sobre la magia en la universidad…que bien suena MAGIA EN LA UNIVERSIDAD 🙂
Cuánto disfruté con Juan Tamarit!! Creo que vino en el 2005 o en el 2004, no me acuerdo. Lo mejor de todo, además de escucharle en la conferencia que dio, fue disfrutar de un genio como él.
La alegría que sentí cuando fui una de las privilegiadas que salió al escenario. No podía creer estar allí ante un ídolo que admiro desde que era niña! Aún recuerdo los programas infantiles de la única tele que había y allí estaba él.
La magia y disfrutar de los magos es algo maravilloso. Sobre todo cuando me veo con la boca abierta y sonrío ante la sorpresa.
Si hay suerte y no trabajamos, nos veremos entre los niñ…público.
Saludetes,
la jero