Pues sí, los sargentos son los mejores. Por supuesto, si son sargentos chusqueros y amargados, mejor que mejor. Desde el sargento Emil Foley de Oficial y caballero, abrasando a Richard Gere a flexiones (se lo merece, por guaperas), hasta el magnífico Sargento de hierro (Tom Highway) interpretado por Clint Eastwood en una película llena de matices y de aciertos (como casi todas las dirigidas por Eastwood). En esta última, asistimos al cambio de camisetas de entrenamiento más ingenioso de la historia del cine. No obstante, si de elegir sargentos se trata, me quedo indiscutiblemente con el sargento Hartman de La chaqueta metálica . Frente a la opinión de muchos sobre el filme, prefiero sin lugar a dudas la primera parte de la película, con ese tiránico sargento pariendo exabruptos, poniendo motes (¡qué bella la era de lo políticamente incorrecto!), vejando al «recluta Patoso» a base de bien e intentando hacer la vida imposible a quienes tendrán la obligación de hacer la vida imposible a los enemigos de América. Bueno será recordar alguna secuencia: 1, y 2.
En torno a estas pelis, me gustaría acabar con tres pequeñas observaciones (y un colofón). La primera, que odio con todas mis fuerzas a Constantino Romero doblando con su espléndido vozarrón la voz mucho más rasgada de Eastwood. La segunda, que la traducción de la expresión chaqueta metálica no puede ser más desafortunada en español: ¿acaso los revestimientos de la munición se denominan chaquetas?. La tercera, que mi afición por lo castrense, afortunadamente no ha ido nunca más allá del cine. Mi único contacto con el ejército fue que me declarasen «inútil total»: el insulto me supo a gloria bendita.
(Y el colofón, que pese a que el gran Blogófago me obsequió con las indicaciones para que los vídeos se vean en una bonita pantalla emergente, todavía no he sido capaz de hacerlo como es debido. Debo de ser un «bloguero patoso»).
Me pido para este fin de semana: "El hombre que pudo reinar", que reune varias de mis debilidades (Rudyard Kipling, Sean Connery – al que por cierto he podido ver en persona haciendo la compra en un super -, MICHAEL CAINE – cualquier pelicula con este actor me gusta, por principio – y esos preciosos uniformes rojos ingleses, como de soldadito de plomo…)
Me vais a matar, Fran… ¡me he perdido las tiras cómicas de Ivá…!
Blogófago: me has reconciliado con el ejército cinematográfico y tu referencia a la película de Hawks me ha recordado otras relacionadas con el asunto: El sargento negro, Beau Geste, Todos los hermanos eran valientes, El hombre que pudo reinar… ¡Qué grande era ese cine! Y qué grandísimo (además de alto) era Gary Cooper.
Hubo una vez un sargento bueno….que se llamaba como el jamon …YORK.
Ya me diras donde te has quedado buscando la ventana de luz..
De acuerdo con el post, pero… ¿Que me dices del sargento Arensivia? Genial, como casi todo lo de Ivá.