La iniciativa de la página web Conocer al autor ayuda a los escritores, mediante el uso del vídeo, a promocionar sus últimas obras. Por si no bastasen las larguísimas e intensas campañas en los medios, ahora tenemos a los autores en plan Teletienda, vendiendo sus productos. Como en el caso de las escobas, las fregonas, los cortadores y musculadores, seguramente en el vídeo funcionan mucho mejor que cuando llegas a casa y los pruebas. En una larga entrevista concedida a El País, J. K. Rowling afirma que lo mejor, para ella, sería tener el don de su personaje de ficción y poder ser invisible a voluntad. Eso de la voluntad es muy bonito, porque, en las campañas promocionales, los autores aparecen, se fotografían y hasta son simpáticos (o antipáticos, o excéntricos, si con eso se vende más). No es menos cierto que algunos lo hacen sólo unos pocos días al año, necesitados como están de vender algunos ejemplares más de sus libros, mientras que otros se instalan en el circo mediático para convertirse en seres paranoides del espectáculo que, de vez en cuando, se enfundan el mono de trabajo y hacen lo que tenían que hacer, su oficio: escribir.
A mí me caben serias dudas de que los autores, con este tipo de campañas, promocionen de verdad sus obras y, sobre todo, dudo mucho que nos ayuden a los lectores a que leamos mejor sus libros. Favorecerán que los compremos, pero ya se sabe: hay veces que dejamos la fregona de la Teletienda a medio desempaquetar, cuando vemos la pinta que tiene y descubrimos que es una puñetera mierda. Vemos que el cortador no corta ni un carajo (menos mal). Y no sacamos ni un maldito músculo de nuestra marchita barriga. Así que nos tumbamos a la bartola y volvemos a ver la tele. Qué vida esta.