Me asusta el vacío de las armas destempladas y la plenitud de las almas llenas. Sobre el quicio mismo del no saber, ignoro hacia dónde cae la piedra si la arrojo al aire, bien erguida sobre la nube. En mi intento de alzarla hasta el cielo, yace la seguridad de que lo más próximo en el retorno será, sin duda, mi cabeza. Y yo soy mucho menos alto que mi sombra, que me refleja sin calibrar mis bordes y mis límites. Pero la luz llega. Lo que sucede es que, ahora mismo, no sé por dónde irradia su temblor. Perdida la conciencia, recobro el tino. Me asusto y corro. Pero mi sombra, la muy estirada, llega antes que yo.
la sombra nos burla
incluso a Peter Pan, que es su lucha con la sombra antes que con el Capitán Garfio
Ana: no podía ser marroquí. Marruecos no existía. En aquella época, moro era una definición geográfica. La errada era la profesora, no tú. ¿Deberías haber dicho norteafricano o magrebí? Pobre Cadalso, que era ilustrado y cosmopolita.
me encanta la foto, y me encanta el texto. sobre todo eso de "la muy estirada".
quería darte una idea para una entrada (si es que te quedas sin ellas, aunque andas muy prolífico). resulta que a la pregunta: quién es Gazel? (de las cartas marruecas de Cadalso), osé responder que un moro que se encontraba en Espania. la profesora me corrigió diciendo, "bueno, moro no, dirás marroquí".
será que soy una racista intransigente o hay demasiada tontería suelta por ahí?
creo que es buen punto de partida para una entrada.