Siento hoy una sensación extraña,
un tic furioso en el párpado izquierdo,
un aletear de mi corazón, algo desbocado,
descompuesto el gesto.
El aire me falta y no me falta,
la cabeza me oscila por dentro,
me levanto de súbito,
me niego a morir sin reto.
Pongo una mano en el pecho,
la otra en la frente,
suspiro y respiro,
me inclino y me siento.
Me tumbo en un sillón.
Tengo calor, y abro la ventana.
En posición, espero el frío y la cierro.
Respiro ocho o nueve veces, lento,
muy lento: es un consejo médico.
Me engaño a mí mismo, y de nuevo me siento.
Finjo ver la tele,
compruebo mi visión leyendo,
decido ir a la cama,
pero no duermo.
Me resisto a dormir por si durmiendo
mi cuerpo me engaña y
no despierto.
Al fin llega el mañana,
y aquí estoy de nuevo,
ansioso de que la ansiedad
no llegue.
Eso espero.
Dedicado a un nefasto 6 de mayo de 2006.
(La fotografía es de akanekal)
Si llega a ser el 6 de junio, justo un mes después, habría tenido su gracia, 6 del 6 del 2006… Por lo demás, me ha gustado, se puede decir que se transmite bien esa ansiedad.
Quede constancia de que no sigo comentando porque me resulta más divertido ser detractor, tiene su aquel…
Seguiré al acecho.