De todo lo dicho sobre los actos de habla, podemos concluir que es preciso distinguir el valor lingüístico del valor pragmático.
En esta tabla queda perfectamente reflejado:
La asignatura de Pragmática de la Universidad de Burgos | Raúl Urbina Fonturbel
Hasta ahora, hemos estudiado casos en los que se han emitido enunciados en sentido literal en las que el hablante quiere decir lo que dice. En estos casos, la fuerza ilocutiva deriva directamente del conocimiento que el oyente tiene de las reglas que gobiernan la emisión de una oración. Por lo tanto, hay en estos enunciados una coincidencia directa entre un tipo de oración y una fuerza ilocutiva. Ocurre también con los performativos explícitos, ya que tienen su fuerza ilocutiva explícitamente nombrada por el verbo performativo en la parte principal del enunciado.
Sin embargo, hay muchos usos en los que el hablante quiere decir algo ligeramente (o radicalmente) distinto de lo que realmente expresa: estos usos reciben el nombre de actos de habla indirectos. Puede decirse que, en estos casos, no hay una relación directa entre el tipo de oración y la fuerza ilocutiva. Ocurre cuando sustituimos un imperativo con un interrogativo en una solicitud.
¿Puedes pasarme la sal?
Es evidente que, en muchas ocasiones, lo que queremos decir no está presente tanto en las palabras en sí mismas, sino en su significado implícito.
Véase la diferencia entre:
- Quiero que cierres la ventana.
- ¿Puedes cerrar la ventana?
- ¿Vas a cerrar la ventana?
- ¿Te importaría cerrar la ventana?
- Deberías cerrar la ventana.
- ¿Puedo pedirte que cierres la ventana?
- Me pregunto si te importaría cerrar la ventana.
Hay actos de habla directos cuando el hablante quiere comunicar el significado literal que las palabras expresan convencionalmente. Y existen actos de habla indirectos cuando alguien quiere comunicar un significado diferente del significado superficial aparente. En este caso, hay un significado pragmático subyacente. Los actos de habla indirectos son parte de la vida cotidiana en la mayoría de las culturas del mundo, aunque algunas culturas usan más indirectas que otras. La clasificación de enunciados en categorías de actos de habla directa e indirecta no es una tarea fácil, porque gran parte de lo que decimos opera en ambos niveles, y los enunciados a menudo tienen más de una de las macrofunciones.
Veamos unos ejemplos:
Prometo despedirte si el informe no está redactado para el viernes.
Aunque tengamos un verbo performativo, parece que la fuerza ilocucionaria que se atribuye es más una advertencia o una amenaza. Por esa, no siempre podemos identificar actos de habla incluso con oraciones que contienen un verbo performativo.
El jefe ha dicho que quiere verte.
En este ejemplo, un compañero de trabajo ejerce de representante directo de enunciado declarativo en el que, aparentemente, se muestra el «deseo» del jefe. Sin embargo, es fácil interpretar este enunciado como una orden más que como una sugerencia.
Es muy importante tener en cuenta la dimensión social y cultural que adquieren los actos de habla indirectos.
En los apartados siguientes veremos algunas de las explicaciones sobre este particular.
Gordon y Lakoff ponen el ejemplo de los principios que rigen la sinceridad de las peticiones.
Si A pide a B que este haga x, sucede que:
Gordon, O., & Lakoff, G. (1971). Conversatonal Postulates. Papers from the Seventh Regional Meeting of the Cihicago Linguistic Society, 63–84.
Según Searle, el hablante comunica al oyente más de lo que dice basándose en la información de fondo compartida, tanto lingüística como no lingüística, y en los poderes generales de raciocinio e inferencia del oyente.
Searle trata de evitar la multiplicidad de estructuras que se producen cuando una misma oración se usa para realizar actos ilocutivos diferentes.
Pongamos el ejemplo de ¿Puedes pasarme la sal?
Para Morgan, los actos indirectos son tipos de actos convencionales. Lo convencional en ellos es usarlos para ciertos cometidos. La lengua está gobernada por dos tipos de convenciones:
Veamos cómo explicaría Morgan el ejemplo de ¿Puedes pasarme la sal?
(Sólo el primer enunciado resulta una petición natural; ello explica, de paso, que acepte la presencia de por favor, típica de las peticiones, mientras que ésta sea inadecuada en el segundo caso.)
Morgan, J. (1978). Two Types of Conventon in Indirect Speech Acts. Syntax and Semantics, 9 (Pragmatics), 261–280.
Según Austin, es el acto que tiene lugar porque se dice algo: el receptor, ante las palabras del emisor, se asombra, se convence, se asusta, etc.
La naturaleza del acto de habla perlocutivo radica en que el emisor consiga causar en el receptor la impresión o sensación que se había propuesto.
Para Searle, los actos perlocutivos son los efectos o consecuencias que producen los actos ilocutivos.
Los actos ilocutivos se encuentran en el lenguaje, mientras que los actos perlocutivos no se encuentran en el lenguaje, sino que se logran gracias a él.
Por lo tanto, el acto de habla ilocutivo se relaciona con la estructura interna de una acción, mientras que el acto de habla perlocutivo se relaciona con los resultados particulares que produce esa acción.
Para Austin, el acto de habla ilocutivo es el acto que tiene lugar al decir algo. Este acto que se produce al decir algo supone una información, una amenaza, un consejo, una advertencia, etc.
Como se verá tanto en este tema como en el siguiente, la performatividad de la ilocución puede venir expresada directamente, puede estar expresada de otra manera (acto de habla indirecto) o puede, simplemente, no estar expresada (implicatura).
Searle (1977) califica al acto de habla ilocutivo como la unidad mínima de comunicación lingüística:
La unidad de comunicación lingüística no es, como generalmente se ha supuesto, ni un símbolo ni la palabra ni la oración, ni tan siquiera la instancia del símbolo, palabra u oración, sino más bien lo que constituye la unidad básica de la comunicación lingüística es la producción de la instancia en la realización del acto de habla. Para establecer más precisamente este punto: la producción de la oración instancia bajo ciertas condiciones es el acto ilocucionario, y el acto ilocucionario es la unidad mínima de la comunicación lingüística.
Searle, J. R. (1977). ¿Qué es un acto de habla? Valencia: Revista Teorema, pág. 14.
Para Searle, el acto de habla ilocutivo consiste en enunciar frases en determinados contextos y situaciones. Ha de tener unas condiciones:
Una de las cuestiones centrales en lo que a los actos de habla ilocutivos se refiere es la noción de fuerza ilocutiva.
La fuerza ilocutiva es la que sostiene que dichos actos producen un cierto efecto en el receptor que sería la base del acto perlocutivo. La fuerza ilocutiva se cumple cuando se dan todos los requisitos para que el emisor haya realizado un acto de habla según unas condiciones dadas y unas circunstancias apropiadas.
Para Austin, el acto de habla locutivo es el acto de decir algo. Es una actividad en la que se emiten unos ruidos (fonética), con unas determinadas reglas de construcción (sintaxis) y con un significado determinado (semántica).
Por ello, el acto de habla locutivo está compuesto de tres subactos:
Podemos relacionar el acto locutivo de Austin con dos tipos de actos de habla que distingue Searle:
Debemos a John L. Austin la teoría de los actos de habla. John R. Searle continuó y matizó las ideas de Austin.
En el caso de Searle, podemos precisar alguna cuestión teórica sobre su visión de los actos de hablar:
Dejamos aquí una tabla comparativa que refleja las subdivisiones de los actos de habla según estos dos actores:
Dieter Wunderlich explica de manera diáfana la importancia que tiene la teoría de los actos de habla para el estudio lingüístico:
I regard the notion of ‘speech act’ as one of the most fruitful notions of contemporary linguistic theorizing. It orients our scientific endeavors towards the function of language in human communication. In doing so, it allows for a combination of different methods and fields of linguistic, as well as of philosophical investigation, such as, e. g., the theory of grammar, the theory of meaning and the theory of discourse.
Wunderlich, D. (1980). Methodological Remarks on Speech Act Theory. In J. R. Searle, F. Kiefer, & M. Bierwisch (eds.), Speech Act Theory and Pragmatics (pp. 291–312). Dordrecht: D. Reidel Publishing Company.
Los actos performativos pueden dividirse en actos judicativos (o veridictivos), ejercitativos (o decretos), compromisorios, comparativos y expositivos. Algunos de estos verbos tienen más de un sentido —por ejemplo, «interpretar»—, por lo que pueden aparecer en más de un apartado.
Las expresiones performativas no pueden evaluarse en términos de verdad y falsedad, sino de éxito o de fracaso, de adecuación o no adecuación a las circunstancias en las que la se produce la enunciación.
Así, aunque los enunciados performativos no pueden ser juzgados en función de su veracidad o falsedad, sí pueden considerarse adecuados o inadecuados. El criterio para definir si un performativo se cumple es si es «afortunado» o «desafortunado», es decir, si cumple satisfactoriamente –o no– su cometido. Por esa razón, Austin hablaba de unas condiciones que se requieren para que los enunciados performativos sean «afortunados».
Las condiciones para el éxito de una expresión performativa según Austin son las siguientes:
Por el contrario, existen también expresiones aparentemente performativas que, por no cumplir las condiciones anteriores, suponen un fracaso.
Aunque no desarrollaremos todo este conjunto de fracasos en la preferencia de expresiones performativas, dejamos el siguiente esquema de todos los casos posibles:
Para Searle, hay una condición general para todos los actos de habla: el oyente debe oír y comprender el lenguaje, y el hablante no debe fingir ni actuar.
Por último, recordemos que los performativos pueden dividirse en performativos explícitos y performativos implícitos. Los performativos explícitos son performativos que contienen un verbo performativo que hace explícito qué tipo de acto se está realizando. Por el contrario, los performativos implícitos son performativos en los que no existe dicho verbo.
Véase la diferencia:
Yo os declaro marido y mujer.
¿Por qué no te vas de paseo?
Te invito al cine.
¿Nos vamos a correr mañana por la mañana.
Como se ha mencionado con anterioridad, los enunciados constativos son aquellos susceptibles de ser verdaderos o falsos. Tienen un carácter descriptivo.
La frase El cerezo está en flor será verdadera si, efectivamente, el cerezo está en flor y falsa en el caso contrario.
En otras ocasiones, a través del lenguaje se realizan acciones. Las expresiones performativas podrán ser, en todo caso, afortunadas o desafortunadas, pero en ningún caso pueden reducirse a ser valoradas como verdaderas o falsas.
Yo te bautizo.
Le condeno a veinte años y un día de prisión.
Te agradezco tu invitación.
Eres el culpable de todas mis desgracias.
Te perdono.
Nótese que estas expresiones no describen un estado del mundo, sino que intervienen en él para modificarlo. Por esa razón, los enunciados performativos sirven para cumplir actos en el seno de las convenciones humanas.