El (¿la?) skyline está muy lejos, en las comisuras de los horizontes de la ciudad, paralela a nuestras ideas y a nuestros sueños. Es la belleza figurada de lo moderno, de lo urbanita. De todo lo que queremos ser, a orillas del Hudson. En Manhattan. Sin dejar crecer en la rebeldía de nuestros cabellos. Un día, a punto de caer, miré al suelo y lo encontré bello. En líneas perpendiculares al deseo de lo mejor, en beneficio de lo que es, sin espera del mañana. Hoy por hoy, el (¿la?) road line es lo que toca, lo que está más cercano a las suelas de nuestros zapatos, a la imaginación cercana de lo real que es un poco de asfalto, acalorados con el día y con unos zapatos muy muy desgastados. Cansados de andar muertos por las aceras de la vida, seguimos la línea visible que indica el camino. Hacia ninguna parte. Qué más da. Otro día –quizá– levantaremos los ojos hacia el cielo, aunque quizá ya no quede tiempo.
(Imagen de Steve Hanna)
Hombre, si me lo pones así, con Lucy y The Beatles, no me va a quedar otro remedio que mirar hacia arriba… Me gusta Burgos, pero me temo que no le llego a encontrar skyline. Por eso siempre he soñado con vivir en New York.
Miguel, Machado no tiene desperdicio. Su belleza poética y los conceptos que encierra se pueden adaptar a nuestras situaciones, y nuestras palabras a las suyas.
Y al volver la vista atrás
se ve la línea que nunca
vas a volver a pisar.
(Con permiso de don Antonio).
No se bien el motivo, pero al leer la entrada me ha venido a la Cabez que Lucia esta en el cielo con diamantes…hay que mirar atentamente al suelo para no tropezar, pero de vez en cuando levantar la vista hacia el objetivo.. ¿ Burgos tiene skyline ?
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