Hace unos cuantos años, en el más amplio vacío de un paseo por el campo, sentí un ligero mareo inicial del que no guardo más recuerdo que sus consecuencias: un cuerpo desperezándose mojado de rocío, con una herida en la frente que destilaba sangre. No sé si ocurre en todos los casos, pero en mis desmayos soñaba. Ignoro si esos desvanecimientos duraban segundos u horas (me imagino que lo primero), pero eran sueños plácidos, de esos que el despertar interrumpe y te quedas sin saber lo más bello de la historia. Últimamente, no me desmayo. Pero solicito un deseo: si alguna vez me vuelve ocurrir, no quiero despertar: sólo quiero tener un sueño profundo, imaginando los delicados pasos de esta canción.
Hola. Mira por dónde aprovechas una simple lipotimia para hacer un jugoso comentario, y lo acompañas con una foto de Fred Astaire. Eran los tiempos del romanticismo comercial de la fábrica de hacer cinemoney de los yanquis. Lo arpovechan todo. Un saludo
Porqué estas películas eran tan especialmente románticas.
Porqué parecía que los hombres trataban tan bien a las mujeres, sin tener que parecer machista este cometnario.
Porqué las mujeres eran tan eternamente femeninas.
Siempre que veía estas pelis, que me encantaban por cierto, me imaginaba en brazos de un hombre vestido así y llevándome al bailar.
Gracias por traerme estos recuerdos