Cuestión de cojones

Hace tiempo que mi madre no me da la bronca por abusar del lenguaje soez en esta página, y empiezo a preocuparme. O ella envejece y se acostumbra, o estoy perdiendo facultades y volviéndome lingüísticamente correcto. Por fortuna, todavía llegan cartas de algún lector o lectora inasequibles al desaliento, afeándome mi poca vergüenza. E incluso Nacho Iglesias, el baranda de esta barraca, recibe periódicas sugerencias para que en El Semanal me echen a la calle de una puta vez. La última es de un señor de Oviedo, por la letra jubilado y por el membrete notario, que me afea el uso, e incluso el abuso, de la palabra cojones, e incluso sugiere la posibilidad de que yo saque tanto a colación el asunto por algún trauma personal relacionado con mi propia virilidad o, subraya el amable comunicante, mi ausencia de ella. «A ver si es maricón», concluye, por si no he captado los circunloquios preliminares.
En fin. Al margen de que yo pueda resultar más o menos maricón, la antedicha carta me viene al pelo para traerles a colación un impreso anónimo que hace tiempo circula por ahí algún lector ha tenido el detalle de mandármelo, y que, bajo el título Riqueza del castellano, enumera una exhaustiva relación de las diversas acepciones que en nuestra lengua, la de Quevedo y Cervantes, tienen los atributos masculinos. Y me van a perdonar el notario de Oviedo y mi madre, pero no me resisto a glosar el asunto y poner los cojones en su sitio.

Por ejemplo: según confirma con acierto singular el mencionado folleto, el sentido cojones varía según el numeral que le acompaña. La unidad significa algo caro o costoso (eso vale un cojón), dos pueden sugerir arrojo o valentía (con dos cojones), tres significar desprecio (me importa tres cojones), y un número elevado suele apuntar dificultad extrema (conseguirlo me costó veinte pares de cojones). Del mismo modo, basta un verbo para darle variedad a los significados. Verbigracia: tener puede referirse a valentía (esa tía tiene cojones), pero también censura, admiración o sorpresa (¡tiene cojones!); expresión que, en su variante ¡manda huevos!, hizo recientemente popular, en sesión de las Cortes, mi paisano y compañero de maristas Federico Trillo.

Siguiendo con los verbos, acompañado de poner puede significar reto o aplomo (puso los cojones encima de la mesa), y el verbo tocar implica molestia, hastío o indiferencia (me toca los cojones), vagancia (se toca los cojones), e incluso desafío (anda y tócame los cojones). El término es también acepción de lentitud (viene arrastrando los cojones). Y en cuanto a amenaza, su uso es frecuente (te voy a volar los cojones) e incluso se recurre a ello para describir agresión física (fue y le pateó los cojones).

Los prefijos y sufijos también son importantes de cojones. Por ejemplo, a-significa miedo (acojonado), des-implica regocijo (descojonarse), y -udo implica calidad o perfección (cojonudo). También las preposiciones matizan lo suyo: de alude a éxito (nos fue de cojones) o intensidad (hace un frío de cojones), hasta define ciertos límites (hasta los cojones) y por alude a intransigencia (por cojones). También se recurren a ellos como lugar de origen para definir cierto tipo de actitudes intrínsecamente españolas y como origen de voluntad inapelable (porque me sale de los cojones). En cuanto al color, textura o el tamaño del asunto, los significados son ricos y diversos como la vida misma. Un color violeta define bajas temperaturas (se me quedaron los cojones morados de frío). Posición y tamaño son decisivos, tanto para precisar pachorra o tranquilidad (se pisa los cojones) como coherencia (lleva los cojones en su sitio). Sin que falten referencias cultas o históricas (tiene los cojones como el caballo de Espartero).

Así que ya me dirá usted, señor notario. A ver cuando Shakespeare, o Joyce, o la madre que los parió, en esa jerga onomatopéyica y septentrional que usaban los pastores para llamar a las ovejas, y los piratas para repartirse el botín contando con los dedos, fueron capaces de utilizar, con todo su Oxford, la palabra equivalente con tanta variedad, y tanta riqueza, y tanta prosapia como la usa hasta el más analfabeto de nuestros paisanos. Tres mil años de griego, latín, árabe y castellano respaldan el asunto. Lo que, se mire por donde se mire, es un respaldo lingüístico de cojones.

(Arturo Pérez-Reverte, en El Semanal, 26 de abril de 1998)

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11 respuestas a «Cuestión de cojones»

  1. Avatar de Félix Arnaiz
    Félix Arnaiz

    Resumen:

    La ausencia de que últimamente mi madre no me riña por el vocabulario que utilizo en esta columna se compensa por las cartas de los lectores que afean mi estilo soez y mi poca vergüenza. La última, escrita por un notario, llega incluso a dudar de mi virilidad insinuando que quizás sea “maricón”. Y aprovecho la carta y el tema para expresar aquí la riqueza de nuestra lengua con otra remitida por otro lector, donde se hace una amplia relación del significado de la palabra cojones y las múltiples acepciones y significados con tan sólo añadir distintos numerales (vale un cojón, con dos cojones.), diferentes verbos (tiene cojones, se toca los cojones, puso cojones), preposiciones (de cojones, hasta los cojones, por cojones), prefijos (acojonado, descojono), sufijos (cojonudo), color, textura, tamaño, etc (morados de frío, se pisa los cojones). Esta palabra que ya se usaba en tiempos de Cervantes y Quevedo y que utiliza el más analfabeto de nuestros paisanos, tiene más variedad, alcurnia y riqueza que cualquiera que se use en Oxford. Tres mil años nos avalan.

    ======================================================

    Esquema:

    Tema: La riqueza de la lengua castellana
    1. Hay palabras en nuestra lengua que pueden parecer mal sonantes, ej:”cojones”, pero:
    1. Son palabras de nuestra lengua, la misma que utilizaba Cervantes o Quevedo.
    2. Son utilizadas por el pueblo llano.
    3. Son ricas en acepciones e interpretaciones:
    1. Según el verbo, artículo, preposición, etc. que lo acompaña
    2. El adjetivo, adverbio
    3. El prefijo, sufijo
    4. El entorno en que está dicho.
    4. Llegan a tener más riqueza en matices y abolengo que las utilizadas en universidades como Oxford.
    5. Están respaldas por los tres mil años del griego, latín, árabe y castellano.
    2. Hay personas a las que no les gusta el estilo de escribir de Arturo Pérez Reverte.
    1. Se lo manifiestan directamente a él por cartas
    2. Pidiendo su cese al director de la revista en la que escribe.
    3. Alguno poniendo en duda su heterosexualidad
    4. Lo único en este aspecto que le puede preocupar es que no se lo diga su madre.

    =========================================================
    Comentario de texto:
    El escritor y periodista murciano Arturo Pérez Reverte, nos deleita en su periódica página de El Semanal con un artículo donde da respuesta a ciertas cartas que le llegan recriminándole sus formas (de escribir).
    Piensa, y le preocupa , que su madre le haya dejado por imposible puesto que ya no le riñe por el vocabulario que utiliza, — y ciertamente eso tiene que ser preocupante porque una de las características de las madres es ser persistente para que “el niño” vaya siempre por el buen camino, abrigado y alimentado—. Afortunadamente, dice él, sigue recibiendo cartas recriminándole su forma de escribir. Eso significa que sigue en la brecha y por el buen camino. Particularmente hace referencia a una carta remitida por un notario en que le hace notar el abuso que hace el escritor de la palabra cojones.

    Utiliza la ironía cuando dice que está perdiendo facultades y volviéndose lingüísticamente correcto y hace notar en el último párrafo, de una forma elegante al señor notario que hasta el más analfabeto de nuestros paisanos utiliza esa palabra con tanto rigor, variedad y riqueza que ni en la prestigiosa universidad de Oxford hay palabra igual, ni los más ilustre escritores británicos han utilizado otra que tenga tanto abolengo e imaginación como ésta.
    Pérez Reverte ha tenido la delicadeza de no entrar al trapo con su hombría y sutilmente lo ha dejado a un lado, “al margen de que yo pueda resultar más o menos maricón”, para indicar que no hiere el que quiere, sino quien puede, `para, aprovechando la citada carta ligarla con un escrito que desde hace años circula por internet titulado “Riqueza del castellano” y que él recibió en papel.
    De autoría anónima, aunque posiblemente de varios autores pues estos documentos se van enriqueciendo con aportaciones de los lectores, éste documento bien pudiera haberse llamado simplemente “cojones”, pues está dedicado exclusivamente a este atributo masculino.
    Curiosamente en el artículo de Pérez Reverte “Cuestión de cojones” es donde se le ve menos grosero formalmente, utiliza menos palabras malsonantes que las que habitualmente escribe. Posiblemente el uso repetido y obligado de la palabra cojones a lo largo de todo el texto no le ha dejado sitio para la retahíla de palabras gruesas que suele usar.
    Utiliza en este artículo un tono igual de directo que en anteriores ocasiones, pero más sutil y menos agresivo con los que no están de acuerdo con él. Cambio que agradezco porque creo se lee más amablemente. Sin dejar las referencias cultas a autores como Shakespeare o Joyce o palabras como onomatopéyicas, septentrional o prosapia, palabra que dicho sea de paso es la palabra que más le gusta al protagonista de una serie de novelas de Eduardo Mendoza, la inclusión en el texto de vocablos populares en el término, que no el uso, como baranda y barraca para referirse al director y a la editorial, o pachorra acerca al lector un tipo de vocabulario moribundo y hace que éste tipo de palabras sigan vivas.
    La mitad del texto está dedicado a diseccionar la palabra cojones en múltiples acepciones, formas y maneras. Es en este análisis que hace se ve claramente la importancia de “lo que acompaña a la palabra” . La palabra en sí no es nada si no tiene un artículo, preposición, verbo, adverbio, etc. que lo ubique, lo aclare, magnifique, degrade, etc. Como toda norma tiene su excepción que lo confirma. ¡cojones!
    No tengo nada que añadir a los ejemplos que ha puesto con respecto a “cojones”. Sería redundante y no aportaría datos significativos, Se han podido incluir más pero ha dejado claro con la muestra que es una palabra fértil en significados.
    El escribir en una revista significa para el autor el tener que posicionarse públicamente sobre el tema que trate. Además la forma y fondo de los artículos hace que los lectores muestren su veredicto a favor o en contra. Algunos le achacan a Pérez Reverte la forma, no el fondo y creo que “Cuestión de cojones” va destinado expresamente a lectores que, como yo, estamos en esa zona. No me queda más que decir ¡oído cocina!

    1. Avatar de Raúl
      Raúl

      El resumen «huele a texto», Félix.

      El esquema (contesto al bueno, al de abajo), está muy bien. Yo le añadiría cuestiones referentes a la forma: introducción o planteamiento, tesis… Es bueno que esas palabras (u otras) aparezcan explícitamente en el esquema.

      El comentario está bastante bien.

  2. Avatar de Félix Arnaiz
    Félix Arnaiz

    Al pegar el esquema no ha queda establecido los márgenes de cada línea y se ve confuso, por lo que vuelvo a pegarlo con toda la numeración.

    ==================================================
    Esquema:

    Tema: La riqueza de la lengua castellana
    1. Hay palabras en nuestra lengua que pueden parecer mal sonantes, ej:”cojones”, pero:
    1.1 Son palabras de nuestra lengua, la misma que utilizaba Cervantes o Quevedo.
    1.2. Son utilizadas por el pueblo llano.
    1.3. Son ricas en acepciones e interpretaciones:
    1.3.1. Según el verbo, artículo, preposición, etc. que lo acompaña
    1.3.2. El adjetivo, adverbio
    1.3.3. El prefijo, sufijo
    1.3.4. El entorno en que está dicho.
    1.4. Llegan a tener más riqueza en matices y abolengo que las utilizadas en universidades como Oxford.
    1.5. Están respaldas por los tres mil años del griego, latín, árabe y castellano.
    2. Hay personas a las que no les gusta el estilo de escribir de Arturo Pérez Reverte.
    2.1. Se lo manifiestan directamente a él por cartas
    2.2. Pidiendo su cese al director de la revista en la que escribe.
    2.3. Alguno poniendo en duda su heterosexualidad
    2.4. Lo único en este aspecto que le puede preocupar es que no se lo diga su madre.

  3. Avatar de Oliver Maestro
    Oliver Maestro

    Resumen
    Explicación del uso de la palabra “cojones” a la que tanto recurrimos en castellano, usando acepciones como según su número, usando verbos acompañados a la palabra, así como el uso de prefijos y sufijos, preposiciones, o expresiones propiamente dichas, dan variedad a la misma.

    Esquema
    Tesis. Uso de la palabra cojones
    1. Explicación del uso de la palabra “cojones “utilizando para ello las siguientes acepciones:
    1.1 Numeral que acompaña a la palabra:
    1.1.1. Uno, puede ser caro o costoso. Vale un cojón
    1.1.2. Dos, Arrojo o valentía. Con dos cojones
    1.1.3. Tres, desprecio. Me importan tres cojones
    1.1.4. Número indeterminado, dificultad extrema. Me costó veinte pares de cojones
    1.2. Según el acompañamiento del verbo:
    1.1.2.1 Acompañado por poner puede significar reto o aplomo. Puso los cojones encima de la mesa.
    1.2.2. Tocar implica molestia, hastío o indiferencia (me toca los cojones), vagancia (se toca los cojones), e incluso desafío (anda y tócame los cojones).
    1.3. Acepciones.
    1.3.1. Lentitud. Viene arrastrando los cojones
    1.3.2. Amenaza. Te voy a volar los cojones.
    1.3.3. Agresión física. Fue y le pateó los cojones.
    1.4. Su uso mediante prefijos y sufijos
    1.4.1. Con prefijo. , a-significa miedo (acojonado), des-implica regocijo (descojonarse)
    1.4.2. Con Sufijo. udo implica calidad o perfección (cojonudo).
    1.5. Su uso con preposiciones. De alude a éxito (nos fue de cojones) o intensidad (hace un frío de cojones).
    1.6. Su uso en expresiones típicamente españolas. Me sale de los cojones.
    1.6.1. Expresar voluntades intrínsecamente españolas. Estoy hasta los cojones(estar harto)
    1.6.2. En cuanto al color, textura o el tamaño del asunto, los significados son variados.
    1.6.2.1. Un color violeta define bajas temperaturas (se me quedaron los cojones morados de frío).
    1.6.2.2. Posición y tamaño son decisivos, para precisar pachorra o tranquilidad (se pisa los cojones) como coherencia (lleva los cojones en su sitio).
    1.6.2.3. Referencias cultas o históricas (tiene los cojones como el caballo de Espartero).
    2. Comparación del uso de esta palabra en castellano con su homóloga en el idioma anglosajón.

    Comentario de Texto

    Arturo Pérez-Reverte (La Unión, Cartagena 1951), periodista, corresponsal de guerra, escritor, de entre otras novelas, como El Húsar, Territorio Comanche, La Reina del Sur, El Pintor de Batallas, El Asedio o la serie de aventuras históricas del Capitán Alatriste, y miembro de la Real Academia Española desde 2.003, ocupando el sillón de la letra T.
    Con este artículo, escrito para la revista El Semanal, en la que todas las semanas escribe fiel y puntualmente un artículo expresando, desde su punto de vista, el panorama actual que sacude a este lugar al que llamamos España, nos da las acepciones que damos al uso de la palabra cojones, en castellano, segunda lengua más hablada en el mundo después del chino, con 400 millones de hispano-parlantes repartidos a lo largo del planeta durante 2.012.
    Utiliza para ello, sin lugar a dudas, un lenguaje culto, “salpicado” en algunos puntos del texto, con algunos coloquialismos, rozando el vulgarismo, con la clara intención de llamar la atención del lector, pudiendo dar lugar a ofensa (para quien se sienta aludido), explicando en este artículo el significado que damos a la palabra cojones, dando, simultáneamente, contestación a una de las inmensas cartas que recibe semanalmente, esta vez, a un remitente, con profesión de notario, que le afea su uso y abuso de la palabra cojones.
    Precisamente, en este artículo, utiliza un lenguaje menos coloquial, sin rozar incluso el vulgarismo, y menos provocador, comparado con otros artículos, sobre todo, cuando alguno de los artículos que escribe va dirigido a la clase política, colectivo que actualmente goza de la antipatía y aversión de la sociedad española.
    Con este artículo, por el lenguaje que emplea, puede sugerir a más de un lector, que la explicación de la palabra cojones está fuera de contexto, incluso resultar un poco grosera, sobre todo, en el público femenino, no gozando Pérez-Reverte de mucha simpatía de entre las féminas, denominado por ellas “ talibán lingüista”.
    El estilo de lenguaje utilizado por Pérez-Reverte en sus artículos que escribe para El Semanal, sin lugar a dudas,es un lenguaje culto, (es miembro de La Real Academia Española), con tintes coloquiales, rozando inmensas veces el vulgarismo, con tonos muy irónicos, cuando se dirige, en especial, a la clase política, denominando a este colectivo, como ha expresado en algún artículo, “banda de trileros” o “golfos apandadores”, puede llegar a ser incluso demasiado atrevido, reconociéndolo él mismo, diciendo “ escribo con tanta libertad, que me sorprende de que me dejen”, no siendo esto, un impedimento para que cada vez tenga un público mucho más numeroso, prueba de ello se da, en su última y esperada novela titulada El Tango de la guardia vieja
    Por último, nos da una comparación magistral del uso que hacemos en el castellano de esta palabra con su homóloga anglosajona, que pese, a según ellos, y su superioridad hacia nosotros, no la da tanto uso como la daría cualquier hispano-parlante, avalado esto, por 3.000 años de estudios de latín griego y árabe.

    1. Avatar de Raúl
      Raúl

      El resumen dice menos que lo que dice el texto.

      El esquema está bien, pero no hace falta que pongas ejemplos: alargan el esquema en exceso.

      El comentario está bien.

  4. Avatar de CARMEN
    CARMEN

    RESUMEN

    En relación que le envió un lector un folleto titulado “Riqueza del castellano” y que trata de la palabra cojones, va a dar una contestación a las personas que le reprenden para que no pronuncie dicha palabra y aprovecha la ocasión para dirigirse a aquellas personas que intentan echarle de su trabajo para darles una buena lección de la utilidad de la palabra tan horrenda “cojones”, esta palabra se emplea desde hace miles de años, pasando por el latín, y el griego, y lo dicen toda clase de gente desde la más humilde hasta la gente más culta, no habrá palabra más rica que contenga tantos significados diferentes.

    ESQUEMA

    1- Mención de personas a las q se dirige

    1.1 Su madre
    1.2 Los lectores y lectoras
    1.2.1 Sr. de Oviedo, por su letra jubilado y notario
    1.3 A las personas que quieren que le despidan
    1.3.1 Se dirigen al director de la revista “El Semanal” Nacho Iglesias

    2- Palabra Cojones
    2.1. Impreso titulado “Riqueza del castellano”
    2.1.2 Llegó a sus manos por un lector
    2.2.2 Confirmación del folleto

    3- Enumera las acepciones de la palabra cojones

    3.1 Por numeración
    3.2 Por verbos
    3.3 Por prefijos y sufijos
    3.4 Por preposiciones
    3.5 Por colores
    3.6 Referencias cultas o históricas

    4- Desde cuándo y quién lo habla
    4.1 Desde hace miles de años
    4.2 Toda clase de personas

    5- Contestación al Sr. Notario

    COMENTARIO DE TEXTO
    El artículo hace referencia al título “Cuestión de cojones” es un título que llama la atención ya que la palabra cojones está mal vista y se siente curiosidad por saber que se dice de ella y sobre todo cuando está publicada en una revista “El semanal” el día 26 de abril de 1998, y escrita por Arturo Pérez Reverte (Cartagena, 1951) fue reportero de guerra durante veintiún años y es autor, entre otras novelas, de El húsar, El maestro de esgrima, La tabla de Flandes, El club Dumas, Territorio Comanche, La piel del tambor, La carta esférica, La Reina del Sur, Cabo Trafalgar, El pintor de batallas, Un día de cólera y El asedio; y de la ya legendaria serie histórica Las aventuras del capitán Alatriste. Es miembro de la Real Academia Española. El éxito de sus novelas sobre las aventuras del capitán Alatriste, cuya publicación comenzó en 1996, constituye un acontecimiento literario sin precedentes en España. También han sido llevadas al cine con el título Alatriste, película protagonizada por Viggo Mortensen.
    Es un texto divulgativo dirigido a todo tipo de público, escrito en expositivo-argumentativo ya que primero nos hace una introducción del por qué quiere hablarnos y darnos a conocer los diferentes significados de la palabra cojones, luego hace referencia al tema del texto que es el uso de la palabra cojones por último desde cuando se utiliza y por quienes lo utilizan.
    El enfoque del artículo es objetivo basado en la afectividad ya que es una descripción de la palabra cojones y real porque desde el comienzo hasta el final del texto habla en primera persona lo que conlleva a un texto con cierta veracidad y es recíproco porque podemos observar que los ejemplos que ha puesto el autor son totalmente ciertos ya que tenemos conocimiento de ellos y sabemos de lo que está hablando, escribe este texto haciendo referencia a un lector que le envió un impreso titulado “Riqueza del castellano” y el tema se centra en los diferentes significados de la palabra cojones y de paso ya contesta a unos cuantos lectores que le reprenden por utilizarla.
    Tiene una estructura circular enmarcada ya que parte de la idea de darnos el significado de la palabra cojones y concluye con la palabra cojones, “es un respaldo lingüístico de cojones”
    Es un texto totalmente coherente depende del contexto en el que se utilice la susodicha palabra puede tener un significado u otro, el autor aprovecha la ocasión para que se den por aludidas aquellas personas que opinan que la palabra cojones es fea y de poca educación para que sepan que esta palabra se conoce desde hace miles de años y que está llena de variedad y de riqueza, estándar coloquial y culto a la vez ya que podemos diferenciar las palabras coloquiales como “el baranda de esta barraca” haciendo referencia al director de la revista en la cual escribe el autor., “a la calle de una puta vez”, “maricón” palabra estándar por ejemplo “para traerles a colación”, “los cojones en su sitio”, “la madre que los parió”, palabras cultas como “soez”, “lector o lectora inasequibles al desaliento”, “lingüísticamente”, ”exhaustiva”, “ante dicha carta”, también tiene expresiones irónicas como “El Sr. de Oviedo”, “ la ante dicha carta”, “Lo que se mire por donde se mire”
    La palabra cojones la podemos diferenciar por los tipos de funciones que tiene atendiendo si son sufijos y prefijos es una función expresiva o emotiva, ya que si ponemos un prefijo “a-“ significa miedo, y si ponemos un sufijo “– ado” implica perfección o calidad, también es utilizada la función metalingüística el autor hace uso de paréntesis aclaratorios y comillas “A ver si es maricón” aquí resalta el comentario que le hizo en la carta que le envió el Sr. de Oviedo sugeriendo su virilidad y Arturo Pérez Reverte lo resalta para poder darle una explicación y énfasis al texto en cuestión, además aparece la función representativa o referencial con la introducción dirigido el texto a su madre y por su puesto a todos los lectores. Utiliza marcadores como “En fin” con este marcador quiere darnos a entender que no quiere dar importancia a lo que se refiere a su virilidad y pasa a hablar de lo que le interesa que es el significado de la palabra cojones en diferentes sentidos, y para finalizar el artículo el autor dice “ Así que me dirá usted, señor notario.” otro marcador organizador.
    Concluyendo que el texto lo escribió para que el Sr. de Oviedo notario se diera por aludido, y así hacernos convencer de que por muy fea que sea la palabra cojones es una palabra rica en vocabulario y que ya se usaba desde hace tres mil años y se seguirá usando por mal sonante que sea.

    1. Avatar de Raúl
      Raúl

      Ten cuidado, Carmen, te has hecho un pequeño lío con la redacción del resumen…

      El esquema está bien.

      El comentario también está bien. Recuerda que también tienes que aportar tu opinión sobre el texto.

  5. Avatar de Berta
    Berta

    Resumen:

    Existe un panfleto de origen desconocido titulado «Riqueza del castellano» en el que se relacionan distintos significados de la palabra «cojones». Dicho anónimo lo utiliza Pérez Reverte para contestar irónicamente a uno de sus lectores que le ha criticado por el uso excesivo de dicha palabra en sus textos. Los significados de este vocablo varían según el término que le acompañe y que dada la riqueza de nuestra lengua hace que tenga un gran respaldo lingüístico .

    Esquema:
    1- Malestar de Pérez Reverte por la crítica de un lector por:

    1.2- El uso excesivo de la palabra «cojones» en sus textos.
    1.2- Dudar de sus inclinaciones sexuales.

    2- Significados de la palabra «cojones» según la acompañe :

    2.1- Un numeral.
    2.2- Un verbo.
    2.3- Un prefijo o sufijo.
    2.4- Un lugar de origen.
    2.5- Un color.
    2.6- Un adjetivo ( sobre el tamaño o posición).
    2.7- Una referencia culta o histórica.

    3.- La palabra «cojones tiene una gran variedad y riqueza lingüística .

    1. Avatar de Raúl
      Raúl

      Cuidado, Berta: has hecho mención al autor en el resumen…

      El esquema está bien.

      1. Avatar de Berta
        Berta

        Resumen nuevo

        Existe un escrito o panfleto de origen desconocido titulado «Riqueza del castellano» en el que se explica los distintos significados de el término «cojones» según el contexto en el que se utilice .Ya le acompañe a dicha palabra un número, verbo, prefijo, sufijo, color, tamaño o haga referencia a personajes históricos, sus significados son muy diferentes.Por ello no se debe encasillar a esta palabra como vulgar ya que hemos heredado de nuestros orígenes de la lengua una gran variedad y riqueza lingüística y por lo cual cabe introducir el término en muchas de nuestras frases diarias sin que por ello resulte ordinario.

        El esquema lo mantengo.

        Comentario de texto:

        Podemos observar que el texto escrito por Arturo Pérez -Reverte, conocido escritor y periodista, para la revista «El Semanal» en una columna de opinión expresa una gran ironía hacia uno de sus lectores contestándole sobre su reproche a la hora de utilizar vulgarismos en sus escritos y más concretamente la palabra «cojones».
        El título ya nos da una pista sobre su enfado hacia dicho lector ya que podemos entender que no necesariamente por ultilizar vulgarismos uno pueda resultar vulgar.
        El enfoque que le da el autor al texto es objetivo sobre todo en el primer y último párrafo utilizando la primera persona y su actitud se convierte en una defensa personal para lo cual escoge un escrito anónimo de otro de sus lectores. En este escrito aparecen los diferentes significados de la palabra » cojones» según con qué término vaya acompañada, número, verbo, prefijo, sufijo, color ,tamaño o referencia histórica
        Utiliza una argumentación de autoridad haciendo alusión a la figura de Cervantes, Quevedo, Shakespeare, Joyce en incluso al Presidente del Congreso de los Diputados , Federico Trillo, en el momento que se escribió el artículo y también una argumentación de ejemplificación a través de toda la enumeración de significados que puede tener la palabra «cojones» .
        Se observa una estructura circular en el texto ya que partiendo de una idea con el término «cojones» justifica a lo largo del artículo sus significados y al final vuelve con la idea inicial para concluir.
        El estilo en la expresión es coloquial a la vez que culto: «baranda», «barraca» ,»verbigracia», » prosapia»….Para nada vulgar aunque utilice gran cantidad de vulgarismos : » cojones», » puta vez», » maricón», » manda huevos» …
        Utiliza como figura estilística la ironía sobre todo al principio del texto: » un señor de Oviedo por la letra jubilado…» y al final : » Así que ya me dirá usted…» con la intención de dejar un mensaje al lector que le critica por su vocabulario.
        Existe una conexión entre oraciones a través del léxico con la utilización repetida de la palabra » cojones», » maricón » » afear», » notario «, » significado»… y gramaticalmente usa conectores como : «Por fortuna», » En fin «, «»Por ejemplo», «Siguiendo con los verbos…».
        El autor comunica a través de la función emotiva su estado de ánimo y en este caso su malestar con el lector : «A ver si es maricón…» , » A ver cuando Shakespeare o Joyce…» y también utiliza la función metalingüística dando a conocer el listado de significados que el lector anónimo le ha aportado sobre la palabra en cuestión.
        Lo que está claro es que existe un respaldo lingüístico que viene de nuestros antepasados por la influencia de las lenguas griego, latín y árabe que hace que nuestra variedad en el léxico sea muy amplia y podamos jugar con las palabras dándoles significados varios.
        Quizás en este texto la primera impresión que nos llega es el abuso de las palabras un tanto malsonantes, pero dado que el autor las utiliza para poder manifestar sus innumerables significados no podemos quedarnos solo con esa impresión y además le respalda (al autor) un historial bastante importante en su trayectoria como escritor.
        Si que es verdad que Arturo Pérez-Reverte, salpica con vulgarismos los artículos de opinión ,pero forma parte de su estilo un tanto peculiar a la hora de escribir y que hace que reconozcamos su manera de expresarse incluso sin ver su firma al final del texto.

  6. Avatar de Berta
    Berta

    Un poco más presentable el escrito.

    Resumen nuevo:

    Existe un escrito o panfleto de origen desconocido titulado “Riqueza del castellano” en el que se explica los distintos significados de el término “cojones” según el contexto en el que se utilice .Ya le acompañe a dicha palabra un número, verbo, prefijo, sufijo, color, tamaño o haga referencia a personajes históricos, sus significados son muy diferentes.Por ello no se debe encasillar a esta palabra como vulgar ya que hemos heredado de nuestros orígenes de la lengua una gran variedad y riqueza lingüística y por lo cual cabe introducir el término en muchas de nuestras frases diarias sin que por ello resulte ordinario.

    El esquema lo mantengo.

    Comentario de texto:
    Podemos observar que el texto escrito por Arturo Pérez -Reverte, conocido escritor y periodista, para la revista “El Semanal” en una columna de opinión expresa una gran ironía hacia uno de sus lectores contestándole sobre su reproche a la hora de utilizar vulgarismos en sus escritos y más concretamente la palabra “cojones”.
    El título ya nos da una pista sobre su enfado hacia dicho lector ya que podemos entender que no necesariamente por ultilizar vulgarismos uno pueda resultar vulgar.
    El enfoque que le da el autor al texto es objetivo sobre todo en el primer y último párrafo utilizando la primera persona y su actitud se convierte en una defensa personal para lo cual escoge un escrito anónimo de otro de sus lectores. En este escrito aparecen los diferentes significados de la palabra ” cojones” según con qué término vaya acompañada, número, verbo, prefijo, sufijo, color ,tamaño o referencia histórica
    Utiliza una argumentación de autoridad haciendo alusión a la figura de Cervantes, Quevedo, Shakespeare, Joyce en incluso al Presidente del Congreso de los Diputados , Federico Trillo, en el momento que se escribió el artículo y también una argumentación de ejemplificación a través de toda la enumeración de significados que puede tener la palabra “cojones” .
    Se observa una estructura circular en el texto ya que partiendo de una idea con el término “cojones” justifica a lo largo del artículo sus significados y al final vuelve con la idea inicial para concluir.
    El estilo en la expresión es coloquial a la vez que culto: “baranda”, “barraca” ,”verbigracia”, ” prosapia”….Para nada vulgar aunque utilice gran cantidad de vulgarismos : ” cojones”, ” puta vez”, ” maricón”, ” manda huevos” …
    Utiliza como figura estilística la ironía sobre todo al principio del texto: ” un señor de Oviedo por la letra jubilado…” y al final : ” Así que ya me dirá usted…” con la intención de dejar un mensaje al lector que le critica por su vocabulario.
    Existe una conexión entre oraciones a través del léxico con la utilización repetida de la palabra ” cojones”, ” maricón ” ” afear”, ” notario “, ” significado”… y gramaticalmente usa conectores como : “Por fortuna”, ” En fin “, “”Por ejemplo”, “Siguiendo con los verbos…”.
    El autor comunica a través de la función emotiva su estado de ánimo y en este caso su malestar con el lector : “A ver si es maricón…” , ” A ver cuando Shakespeare o Joyce…” y también utiliza la función metalingüística dando a conocer el listado de significados que el lector anónimo le ha aportado sobre la palabra en cuestión.
    Lo que está claro es que existe un respaldo lingüístico que viene de nuestros antepasados por la influencia de las lenguas griego, latín y árabe que hace que nuestra variedad en el léxico sea muy amplia y podamos jugar con las palabras dándoles significados varios.
    Quizás en este texto la primera impresión que nos llega es el abuso de las palabras un tanto malsonantes, pero dado que el autor las utiliza para poder manifestar sus innumerables significados no podemos quedarnos solo con esa impresión y además le respalda (al autor) un historial bastante importante en su trayectoria como escritor.
    Si que es verdad que Arturo Pérez-Reverte, salpica con vulgarismos los artículos de opinión ,pero forma parte de su estilo un tanto peculiar a la hora de escribir y que hace que reconozcamos su manera de expresarse incluso sin ver su firma al final del texto.

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